Mis dedos encuentran su ano mientras sigo amasando y apretando su trasero, y mientras su cuerpo se retuerce y se sacude, deslizo mi dedo índice hasta el segundo nudillo en su recto. Su cuerpo se mueve como un derviche, como si el placer libidinoso sacudiera con agonía todos los nervios sensibles de su cuerpo. Empujando otro dedo en su cavidad anal, quiero empujar mi polla profundamente dentro de ella, queriendo destrozarla mientras mis instintos básicos quieren violar este voluptuoso cuerpo. En una frustración salvaje, quito una mano de detrás de ella, la llevo a su frente y levanto uno de sus muslos antes de meterme en su coño. Coloca un pie en el borde de la silla mientras la agarro de las caderas y empujo mis ocho pulgadas completas de carne sólida como una roca por todo su canal vaginal. Me follo a esta hermosa mujer vietnamita con toda la fuerza que tengo en mi cuerpo, levantándola del suelo con los dedos de los pies con cada estocada de mis caderas hasta que mi cuerpo se empapa de sudor. Durante dos o tres minutos sigo golpeándola con toda la energía que puedo reunir, mis manos manteniéndola apretada mientras ella rebota en los dedos de un pie. Sus enormes senos se balancean y se balancean, rebotando y acariciando contra mi pecho mientras la pulverizo. Se aferra fuertemente a mis hombros, sus uñas clavándose en el bulto de mis músculos, posiblemente extrayendo sangre. Sus gemidos son fuertes y ella jadea con cada jadeo, gritando mientras la golpeo implacablemente. "¡Aaaaiiiiieeeee! ¡Ahhhhh! ¡Ahh! ¡Ahh! ¡Hjjerrr! ¡Amor. Anh!", Sus voces y sonidos me excitan más allá de los límites que he experimentado antes; son roncos y estridentes, a veces estridentes y otras casi sin aliento. Siento que estoy llegando al clímax y, aunque deseo poder contenerme, me siento impotente para evitar el inminente orgasmo y la eyaculación. Sin embargo, todavía lo intento apretando los músculos de mi PC y deteniendo todo movimiento; Saco mi grueso eje de la *** de Hoa y aprieto mis dedos alrededor de la cabeza de mi polla mientras aguanto la respiración. Ella baja su pie hacia el suelo desde la silla y se queda quieta sobre las puntas de sus pies, sus manos ahora descansando delicadamente sobre mi pecho. Durante 30 segundos, no nos movemos mientras pongo mi mente en blanco, mirando por la ventana hacia la oscuridad más allá. Respiro hondo, tragando grandes cantidades de aire mientras el inminente clímax retrocede lentamente. Cuando creo que tengo el control nuevamente, miro a mi mujer que corta el césped y la veo mirándome a los ojos. Ella acaricia mi mejilla suavemente y se pone de puntillas para besarme en la barbilla. Mi polla todavía es gruesa y grande, pero un poco menos rígida que hace un minuto. Alcanzo sus pechos colgantes, los acaricio ligeramente desde afuera hacia adentro, sintiendo la suavidad de su piel hasta que alcanzo los pezones protuberantes en la cresta de sus montículos. Agacho la cabeza y coloco la boca en sus labios, besando suavemente, chupando la plenitud deliciosa mientras paso la punta de mi lengua por los bordes. Cuando separa sus labios, empujo mi lengua dentro de su boca y la dejo chuparla, atrayéndola aún más. Mis manos todavía están en sus senos, con las palmas rodeando los enormes globos mientras sus pezones rastrillan mi piel. Cuando levanto la cabeza, desliza una de sus manos sobre mi cadera y coloca su palma en mis nalgas, arañando suavemente. Su otra mano se mueve hacia mis genitales y hace una pequeña copa con sus dedos alrededor de mis testículos, amortiguándolos suavemente. Mi pene está nuevamente erguido y se pone de pie, el glande se frota contra la plenitud inferior de sus senos. Coloco mis manos en su espalda baja, sintiendo la curva de su columna vertebral mientras la atraigo contra mí, mi polla ahora encajada entre su abdomen superior y mi vientre. Ella aparta la mano de mis testículos y sus dedos recorren la longitud vertical de mi pene, trazando una línea a lo largo de las venas dorsales. Luego comienza a doblar las rodillas y a hundirse hacia el colchón. Sus enormes y pesados senos se deslizan por la parte delantera de mi cuerpo, el profundo valle entre ellos actúa como un canal para mi grueso falo en forma de puntal mientras se desliza hacia abajo. Con una mano alrededor del eje, lo sostiene en posición vertical cuando su rostro llega a mi ingle y siento su mejilla rozarse contra el calor ardiente. Miro hacia la parte superior de su cabeza y coloco mis manos delicadamente sobre su cráneo, frotando mi pene hinchado contra su cara. Ella saca la punta de su lengua y la pasa sobre la pequeña abertura uretral en la parte superior de mi glande; luego, con la punta de un dedo, frota la mezcla de mi pre-cum y su saliva. Su lengua ahora lame a lo largo de mi polla, desde la cabeza sensible hasta la base y vuelve a subir. Después de unos minutos, ella inclina su cabeza y, cuando separo mis muslos, succiona una de mis bolas en su boca, oscilando dentro del suave cojín de sus sensuales labios. Se lo chupa en la boca, sacando la piel de mi escroto sobre el cual rastrilla una uña del pulgar. Cuando mi agarre sobre su cabeza se tensa, Hoa tira de mi pene erecto y cubre la punta con su boca.
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